EL
CIRCO DE LOS POLÍTICOS
Que la sociedad ha cambiado en el ámbito político, parece
un hecho evidente, se ha acabado el bipartidismo y nos hemos abierto a más
partidos. Eso significa que las cosas en ningún caso pueden continuar como
antes, sí o sí, los gobiernos (estatal, autonómico y local) están abocados a
alcanzar acuerdos, bien sean programáticos o de coalición, ambas posibilidades
son igual de válidas.
Y esto que parece tan obvio, está resultando muy difícil
de gestionar, especialmente en el ámbito del gobierno de la nación, los
partidos con posibilidades de llegar a acuerdos son incapaces de alcanzarlos, de
un lado Unidas Podemos exige un gobierno de coalición (legítimamente), pero es
difícil conseguirlo si ya al inicio y antes de sentarse a hablar está planteando
los cargos que exige y además manifiesta que desde dentro del gobierno es más
fácil controlar a quien sería su socio mayoritario. Ese no es un gobierno de
coalición, es una imposición que prácticamente hace inviable el acuerdo. Un
gobierno coaligado se da cuando ambas partes se ponen de acuerdo en un
programa, en los objetivos a conseguir y se prometen respeto y lealtad mutua,
lo contrario sería un reparto de sillones condenado al fracaso. Por supuesto
que para llegar a ese gobierno de coalición, ambas partes se ven abocadas a
ceder parte de sus postulados, esa es precisamente la grandeza de llegar a
acuerdos, todos ceden y todos consiguen algo, pero esa negociación se ha de
realizar con honestidad, transparencia y generosidad, de lo contrario resulta
imposible.
Por otra parte, el PSOE se niega al gobierno de coalición
y propone alcanzar acuerdos programáticos y de investidura, precisamente por lo
expuesto en el párrafo anterior, no se fía de quienes podrían ser sus socios
preferentes, se comenzó mal y así nos va. Ahora mismo, la única alternativa, en
mi modesta opinión, es que ambos se bajen de sus respectivas posiciones y
comiencen a hablar sin líneas rojas, sin condiciones previas, el problema es
que cada vez queda menos tiempo y habrá que correr.
Pero resultaría infantil centrar los problemas “con los
políticos” únicamente en los dos partidos citados. Prácticamente todos de los
que tienen representación parlamentaria tienen algo que ver en este “circo” y
la desconfianza y falta de credibilidad de las personas que se dedican y viven
de la política es cada día mayor.
Continuamente estamos oyendo eso de: los ciudadanos han dicho... Los ciudadanos quieren… cuando la
realidad es que la ciudadanía ha dicho lo que tenía que decir y lo dijo en las
urnas. El resultado es el que es y no el que cada partido intenta defender en
función de sus propios intereses. Hay un partido ganador, pero necesita apoyos,
hay otros que no han alcanzado sus objetivos, por lo tanto pierden y no tienen
posibilidad de gobernar, lo razonable sería que quien ha ganado gobierne, pero
claro, eso supone que los que han perdido tendrían que respetar el resultado de
las elecciones y… eso cuesta mucho de aceptar.
Es curioso que el Partido Popular exigía antes que
gobernara el partido que había ganado las elecciones (cuando las ganaban
ellos), ahora defienden lo que denostaban entonces, que gobierne quien tenga
más apoyos parlamentarios (gobierno de perdedores como lo calificaban), pero es
más, han gobernado durante años y nunca se han planteado un cambio legislativo
en ninguna dirección, prefieren acusar al contrario de no hacer lo que en cada
momento ellos defienden que debe ser: ironía, cinismo, falta de seriedad, mirar
solo sus propios intereses. Califique cada cual según su opinión.
Desde luego también el PSOE defendía en su momento el
derecho de un gobierno apoyado por varios grupos parlamentarios y ahora lo que
pide es que gobierne el partido ganador, es lo que le conviene.
Y ahí tenemos a Ciudadanos que no sabemos si va o viene,
tanto este partido como el Partido Popular, exigen al PSOE que forme gobierno,
pero si lo hace, pondrán el grito en el cielo porque lo habrán hecho apoyados
por partidos a los que ellos censuran gravemente ¿en qué quedamos? Si para
constituir un gobierno el PSOE necesita del apoyo de ER, Bildu y otros, deberán
respetarlo y no denunciarlo como si el mundo se fuera a terminar por este
hecho, o lo que sería más razonable, apoyen la constitución de un gobierno y
luego ejerzan la oposición con la contundencia que crean, eso sí evitaría que
la formación del gobierno de la nación necesitara de determinados apoyos.
Desde luego la incoherencia de Ciudadanos es de libro, se
rasgan las vestiduras si al Partido Socialista le apoya Bildu o Esquerra, pero
no tienen ningún empacho en aceptar los votos positivos de Vox, al que niegan
el pan y la sal, pero, eso sí, ellos no negocian directamente, lo hacen en
diferido.
Confiemos en que algún día (ojalá no sea demasiado
tarde), la cordura llegue a nuestros representantes políticos y acepten
democráticamente el resultado electoral, dejando gobernar al partido que
resulte ganador, con los apoyos que necesite y ejerciendo una oposición leal
con el Estado y con la ciudadanía, quizá a partir de ahí, los veamos como
personas a las que hemos elegido para servir al pueblo y no para servirse
ellos, o igual es el momento de plantear unas elecciones a doble vuelta que
ayudara a evitar este “circo”.
Antonio
Navarro Bernabé
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