martes, 8 de octubre de 2013


LAS PENSIONES Y LA IRONIA DE LOS POLÍTICOS

                Resulta cuando menos irónico ver como nuestros insignes políticos defienden la remodelación de las pensiones para asegurar su mantenimiento. Aseguran que no van a bajar y que garantizan su incremento permanente, eso sí, con un exiguo 0,25 %, es decir, lo que realmente están garantizando es la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas, lo que significa que cada vez ganarán menos en comparación con la evolución del nivel de vida.

                Se ha ampliado el periodo para el cálculo de las mismas (lo que supone una bajada), se amplia la edad para tener acceso a ellas (se comienza a cobrar más tarde) y lo que parecía intocable (su incremento en función del I.P.C.) se ha ido al garete con la última reforma que, supuestamente va a preservarlas (que ironía), pero la realidad es que los pensionistas se irán empobreciendo.

                Escandaliza cuando algunos políticos afirman sin ningún rubor, que las pensiones no van a bajar, pero al mismo tiempo indican que se van a ahorrar la friolera de unos 32.000 millones de euros, la pregunta es ¿si no van a bajar las pensiones, de donde se va ahorrar tanto dinero? Cada cual de su respuesta.

                Pero hay algo que además de resultar irónico, es una vergüenza nacional, se dan razones y razones para justificar los recortes en las pensiones, que si sostenibilidad, que si no se toman medidas la Seguridad Social podría llegar a quebrar y un largo rosario de justificaciones, pero mira por donde, recortar en un sector donde nadie protestaría, nada de nada, las pensiones de sus Señorías no se tocan, mantienen sus privilegios, mantienen sus pensiones y su forma de calcularlas y, dijo yo, porqué no aplican a todos los españolitos de a pie la misma fórmula que para ellos mismos, acaso los padres de la patria no tienen las mismas necesidades de que todo el mundo, comen, se visten, viajan, pagan impuestos, gastos de mantenimiento del hogar y alguna que otra fiestecilla, o sea lo mismo que cualquier otro mortal, entonces ¿porqué mantienen sus privilegios en cuantos a pensiones –de los otros ya hablaremos otro día-?

                Algo que sería de sentido común sería pura y simplemente que, para el cálculo de sus pensiones, se aplicara la misma Ley general de la Seguridad Social que para el resto de los ciudadanos españoles, es decir 38,5 años de cotizaciones, 67 años de edad (aplicado progresivamente como a todo el mundo) y no el actual sistema que les garantiza que con 11 años de ostentar el cargo de diputado o senador ya tienen asegurada la pensión máxima de la seguridad social, la comparativa no se sostiene y muchos menos en tiempos de crisis y grandes recortes y sacrificios de los ciudadanos.

                A lo mejor todo el mundo vería bien algún gesto por parte de los políticos, fíjense, lo único que tienen que hacer es derogar la norma que establece su sistema de pensiones y aplicar la general, igual hasta les aplaudiríamos.