LAS PENSIONES Y LA IRONIA DE LOS POLÍTICOS
Resulta cuando menos irónico ver como nuestros
insignes políticos defienden la remodelación de las pensiones para asegurar su
mantenimiento. Aseguran que no van a bajar y que garantizan su incremento
permanente, eso sí, con un exiguo 0,25 %, es decir, lo que realmente están
garantizando es la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas, lo que
significa que cada vez ganarán menos en comparación con la evolución del nivel
de vida.
Se ha ampliado el periodo para el cálculo de las
mismas (lo que supone una bajada), se amplia la edad para tener acceso a ellas
(se comienza a cobrar más tarde) y lo que parecía intocable (su incremento en
función del I.P.C.) se ha ido al garete con la última reforma que,
supuestamente va a preservarlas (que ironía), pero la realidad es que los
pensionistas se irán empobreciendo.
Escandaliza cuando algunos políticos afirman sin
ningún rubor, que las pensiones no van a bajar, pero al mismo tiempo indican
que se van a ahorrar la friolera de unos 32.000 millones de euros, la pregunta
es ¿si no van a bajar las pensiones, de donde se va ahorrar tanto dinero? Cada
cual de su respuesta.
Pero hay algo que además de resultar irónico, es una
vergüenza nacional, se dan razones y razones para justificar los recortes en
las pensiones, que si sostenibilidad, que si no se toman medidas la Seguridad
Social podría llegar a quebrar y un largo rosario de justificaciones, pero mira
por donde, recortar en un sector donde nadie protestaría, nada de nada, las
pensiones de sus Señorías no se tocan, mantienen sus privilegios, mantienen sus
pensiones y su forma de calcularlas y, dijo yo, porqué no aplican a todos los
españolitos de a pie la misma fórmula que para ellos mismos, acaso los padres
de la patria no tienen las mismas necesidades de que todo el mundo, comen, se
visten, viajan, pagan impuestos, gastos de mantenimiento del hogar y alguna que
otra fiestecilla, o sea lo mismo que cualquier otro mortal, entonces ¿porqué
mantienen sus privilegios en cuantos a pensiones –de los otros ya hablaremos
otro día-?
Algo que sería de sentido común sería pura y
simplemente que, para el cálculo de sus pensiones, se aplicara la misma Ley
general de la Seguridad Social que para el resto de los ciudadanos españoles,
es decir 38,5 años de cotizaciones, 67 años de edad (aplicado progresivamente
como a todo el mundo) y no el actual sistema que les garantiza que con 11 años
de ostentar el cargo de diputado o senador ya tienen asegurada la pensión
máxima de la seguridad social, la comparativa no se sostiene y muchos menos en
tiempos de crisis y grandes recortes y sacrificios de los ciudadanos.
A lo mejor todo el mundo vería bien algún gesto por
parte de los políticos, fíjense, lo único que tienen que hacer es derogar la
norma que establece su sistema de pensiones y aplicar la general, igual hasta
les aplaudiríamos.